Hasta siempre, Luis María Martínez!

Tardé en manifestarme respecto al fallecimiento del querido amigo, poeta y luchador social, Luis María Martínez, porque tengo que confesar, me produjo un shock del cual hasta ahora me cuesta recuperar.
La amistad con Luis tiene que ver con la entrañable amistad que tenía con mi querido padre con quien compartió letras e ideales. Ambos poetas y ambos soñadores convencidos en el futuro redentor de la humanidad; en un futuro en que esta sociedad de explotadores y explotados sea reemplazada por una sociedad definitivamente igualitaria. Luís M. Martínez, además de ser un gran poeta, fue un hombre comprometido con su pueblo, compromiso que fue expresado en sus bellos y vibrantes versos. Pero además fue un gran promotor de la poesía social en Paraguay. En función a ese propósito, publicó importantes tratados que abordan la producción de los y las poetas con compromiso social de nuestro país , cubriendo un gran vacío que antes de ellos existía, y que justamente por ser poetas comprometidos con el pueblo, fueron olvidados y marginados por quienes se consideran administradores de la cultura, y desde ese lugar, se dedicaron más a las formas que al compromiso. Por eso a uno de esos trabajos le llamó” El trino soterrado”.
No fue fácil para esos poetas, como al mismo Luis María sobrevivir en la asfixiante atmósfera que se padecía en la dictadura de Stroessner. Cubierto en las pocas penumbras en que se cobijaba, Luis María como los otros poetas contestatarios, nunca renunció a sus ideales.
No voy a realizar una exposición de su rico recorrido en el andar literario, porque otros ya lo hicieron con gran elocuencia, y además, porque lo que necesito resaltar es, más allá de su gran nivel literario, su compromiso social que lo sostuvo con ejemplar coherencia, mientras le daban sus fuerzas. La última vez que lo ví, fue acompañando una manifestación frente a la embajada del Brasil, reclamando la libertad de Lula.
Tuvo que padecer de alguna penosa larga enfermedad de la cual no estaba enterado, y no me hace bien pensar que no lo acompañé como hubiese querido.
Querido, entrañable poeta, puedo decir con todas las letras, que tuve el privilegio de tener tu valiosa amistad, que para mí fue una guía luminosa que me acompañará siempre.
Hasta siempre, compañero infatigable, Luis María Martínez!

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