Denuncian a Bayer por violaciones sistemáticas a los derechos humanos y daños al medio ambiente en Paraguay

(Berlín, 25/4, reporte de Base IS) En vísperas de la junta de accionistas de la empresa agroquímica alemana Bayer, una coalición de seis organizaciones de la sociedad civil de Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Alemania responsabiliza a la empresa por los graves impactos de la agricultura industrial en Sudamérica. Basándose en una amplia investigación y en numerosas entrevistas con comunidades afectadas, las organizaciones presentan una denuncia ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico​ (OCDE) contra Bayer AG.

La denuncia: Bayer está violando las líneas directrices de la OCDE para empresas multinacionales. La empresa promueve en Sudamérica un modelo de agricultura que provoca inseguridad alimentaria, escasez de agua, deforestación extrema, pérdida de biodiversidad, graves consecuencias para la salud y conflictos por la tierra con comunidades indígenas y campesinas.

«La empresa no ha respondido adecuadamente a los graves riesgos para los derechos humanos y el medio ambiente directamente relacionados con su modelo de negocio en la región. Tampoco se han supervisado los impactos del uso de semillas genéticamente modificadas y pesticidas, ni se han tomado medidas adecuadas para prevenirlos y mitigarlos», afirma Sarah Schneider, experta en agricultura y nutrición mundial de Misereor. En promedio, más del 50% de la tierra cultivable de estos países se destina a la soja genéticamente modificada. Bayer afirma ser el líder latinoamericano en la comercialización de semillas de soja resistentes al glifosato y de los pesticidas basados en esta sustancia.

Abel Areco, Director de BASE-IS: «En la queja mostramos que, a causa del avance del cultivo de soja, en nuestra región la gente sufre intoxicaciones y enfermedades graves; hay fuentes de agua locales tan contaminadas que no se pueden consumir más; las comunidades indígenas y campesinas son despojadas de sus territorios, afectando sus formas de vida y de alimentación; miles de hectáreas de bosque desaparecen, amenazando a los animales y plantas locales.”

La queja ante la OCDE documenta cuatro casos concretos que muestran los impactos negativos de este modelo agrícola en áreas donde Bayer AG comercializa sus productos ampliamente. Como parte de la denuncia, el Centro de Estudios Legales y Sociales (Argentina), Terra de Direitos (Brasil), BASE-IS (Paraguay), Fundación TIERRA (Bolivia), Misereor y ECCHR demandan a Bayer AG que realice cambios sostenibles en sus prácticas empresariales con el fin de respetar los derechos de las comunidades locales y el medio ambiente. “Las Directrices de la OCDE son claras en establecer deberes de debida diligencia para la cadena de valor descendente, sobre todo en los casos en que se puede prever el mal uso de un producto. Aunque la ley alemana de la cadena de suministro en su versión actual no incluya esta parte de la cadena de valor, Bayer debe cumplir con las Directrices de la OCDE. Pedimos que, para la soja transgénica y pesticidas a base de glifosato, Bayer desarrolle políticas de debida diligencia basadas en el riesgo y que consideren el contexto en Latinoamérica para contribuir a una solución a largo plazo” dice Silvia Rojas Castro, Asesora Legal del ECCHR.

El Punto Nacional de Contacto de la OCDE dispone ahora de tres meses para decidir sobre la admisibilidad de la denuncia y apoyar así la mediación entre las partes afectadas y la empresa. Las organizaciones esperan que Bayer responda a la denuncia y participe activamente en la resolución de los problemas.

En la queja BASE-IS ha presentado estudios de dos casos que demuestran como el modelo de agronegocios y sus agrotóxicos avanzan sobre las tierras campesinas:

La Colonia Yeruti Ñu (Colonia Yeruti), ubicada hacia el este de Paraguay, en el distrito de Curuguaty, a unos 212 km de la capital del país, Asunción, es un asentamiento rural creado por el Instituto de Bienestar Rural (IBR) con una extensión total de 2.212 hectáreas, divididas en 223 lotes agrícolas asignados a beneficiarios de la reforma agraria, principalmente pequeños productores campesinos, para la producción de rubros de autoconsumo y el arraigo.

En la actualidad, los cultivos mecanizados se han incrementado de forma exponencial en sus alrededores y ha avanzado en un 60 % sobre el área de la colonia, a expensas de las familias campesinas que habitan en el lugar, quienes quedan condenadas a vivir en unas pocas hectáreas de tierra y rodeadas por grandes extensiones de producción de soja, donde se realizan constantes fumigaciones con pesticidas. En el 2011, varias personas fueron internadas con signos de intoxicación con agrotóxicos. Una de las personas falleció y el caso fue denunciado ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, que emitió un dictamen favorable a las víctimas del caso.

La Colonia Yvype se encuentra en la región noreste de Paraguay, en el distrito de Lima, departamento de San Pedro, a unos 245 km. de la capital, Asunción. Esta colonia agrícola fue establecida por el IBR. Oficialmente, la colonia abarca una superficie total de 3.889 hectáreas, divididas en 190 lotes agrícolas de 20 hectáreas cada uno. Estos lotes fueron asignados inicialmente a agricultores campesinos como parte de la reforma agraria, a fin de desarrollar la Agricultura Familiar Campesina. En la actualidad, la colonia está rodeada y penetrada por el monocultivo de soja impulsados por grandes y medianos productores que se dedican al agronegocio, expulsando de forma forzosa a los pobladores del lugar y las familias campesinas que resisten al avance de los cultivos mecanizados, son desalojados y criminalizados.

En ambas comunidades rurales individualizadas, las escuelas fueron clausuradas por el Ministerio de Educación y Ciencia, por la insuficiencia de alumnos, situación dada por la expulsión de las familias campesinas para ceder lugar a los rubros de commodities. La clausura de estos centros educativos, genera enormes dificultades para las familias que tienen niños en edad escolar y aún viven en las colonias.

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