Joven autista dice que la echaron por su condición de la Secretaría de la Juventud

Marijó Kalixien

María José Cañete, periodista y artista, es una joven con discapacidad psicosocial, que alega haber sido despedida por reclamar a la Secretaría de la Juventud, donde trabajaba, que adecuara su contrato a su especial condición.

“Soy autista, he trabajado para el Estado dos años, ingresé en el 2022 y presenté mi certificado en el 2023. ¿Qué pasa? He sido sometida en este tipo de contratos de precarización que atentan contra los derechos humanos”, comentó. La idea era que se le aplicaran las normas inclusivas para con la discapacidad que le otorgan posibilidades diferentes en el ejercicio de sus tareas. “Tengo hiperacusia, me molestan todos los sonidos, entonces escucho como que me gritan, y por eso hablo fuerte”, explicó. “Yo estoy directamente denunciando que me sacaron por ser autista, y ellos maquillaron que no es por eso. No te pueden echar si vos tenés notas altas puestas en las evaluaciones de los directores”, comentó.

“Ellos lo ven como caridad el haberme contratado y mi pecado fue decir tenés que poner en forma ya este contrato con relación a mi discapacidad y por eso fui echada, me sacaron y entonces ya que no tengo nada que perder es bueno que la gente conozca esta situación”, expuso.

Cañete, conocida en el ambiente artístico como Marijó Kalixien, comentó que volvió a presentar sus papeles al asumir las nuevas autoridades de la Secretaría con el cambio de gobierno y que allí todo se desencadenó. “Le presenté los mismos documentos a cada director, a la ministra nueva, pero a ellos me seguían explotando. Ellos seguían queriendo que haga derecho a piso. Entonces pedí audiencia formalmente y me trataron mal”, apuntó.

Ante la negativa, planteó una reconsideración formal “citando todas las leyes que me avalan, presente otra vez de vuelta mi condición, mi potencial laboral y algo muy importante: todos los daños físicos que produce esa situación de estrés a un autista porque yo tengo hiperacusia, la paso muy mal y tiene consecuencias como la inflamación de amígdala, fiebre, convulsiones, diarrea, no comí en varios días. Empecé a deteriorarme mucho y la gente comenzó a preocuparse por mí», contó.

“Luego terminé e hice mi demanda más formal presentando de vuelta todos los documentos. Nunca me respondieron. Después que salí en prensa me respondieron una de las cuantas notas, pero ya también recibí la información de las otras instituciones que le respondieron a ellos maquillando a beneficio de ellos, que no es la culpa de ellos, que yo presenté medio tarde mi situación de discapacidad”, siguió comentando

pero no puedo creer, no puedo creer que pasen por encima de este tipo de ley, justificándose que me avisaron dos meses antes, y que además están poniendo concurso, que claro que son inclusivos, sí, inclusivo en el sentido del concurso, sabes cómo el concurso ya está arreglado,

“Mi caso es personal y es social a la vez, le puede pasar el día de mañana a tu primo, a tu hijo, a cualquiera. Porque en cualquier familia también existe una persona con discapacidad. Y sabemos bien que los mayores problemas se dan en la parte laboral».

Ante esa situación reclamó más inclusión: “Cuando una persona como yo está intentando incluirse me niegan el acceso y eso es terrible. Terrible porque es como que al final vos estás negando parte de la comunidad que también existe en el país y que es invisible», reclamó.

 

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