
A la defensa de las ollas y comedores populares

Movilización de la Articulación de Ollas Populares frente al MDS. Foto: Articulación de Ollas Populares
Las ollas populares fueron el resguardo vital de barrios y asentamientos en el tiempo de la pandemia. La literal paralización del país y, por ende, de la economía, afectó directamente a las poblaciones más vulnerables al punto de poner en riesgo la alimentación. Con la comandancia de las doñas, las ollas dieron una respuesta popular a la falta de sentido común y de cuidado de la vida por parte del Estado.
Estas iniciativas, que rescatan una práctica colectiva asociada en nuestro país a grandes encuentros familiares, manifestaciones e incluso festividades religiosas (los karu guasu) se sostuvieron en gran parte todavía después de la pandemia, tiempo desde el cual varias organizaciones, entre las que se encontraba la Articulación de Ollas Populares, pelearon y lograron, ya en el 2022, la aprobación de la Ley N° 6945 de Comedores y Centros Comunitarios.
Esta ley tiene como objetivo principal garantizar la seguridad alimentaria de la población y establece que el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) debe brindar asistencia a las ollas populares y comedores comunitarios ya establecidos, sobre la base de ciertas documentaciones mínimas. La asistencia debe incorporar los insumos alimenticios tanto perecederos como no perecederos para el funcionamiento de ollas y comedores. Así también establece la “Provisión de equipamientos, conforme necesidad de cada Comedor o Centro Comunitario”, que contempla mobiliarios, equipamiento, máquinas e implementos varios necesarios para el funcionamiento del comedor, como también las necesidades de refacción y/o ampliación que existiesen de la instalación. La ley contempla, además, que los espacios definidos como comedores o centros comunitarios funcionen como espacios integrales de fortalecimiento de las condiciones físicas y sociales de la población vulnerable, en la que la ley incluye a “niños y adolescentes hasta dieciocho años, personas con discapacidad, personas adultas mayores, jóvenes en situación de pobreza y vulnerabilidad, mujeres embarazadas y población de comunidades indígenas”.
Sin embargo, en la penúltima semana de diciembre el MDS emitió un comunicado en el que indica que “quedan derogadas todas las resoluciones de reconocimiento otorgadas por esta institución de todos los comedores comunitarios habilitados en el país dentro del Programa Apoyo a Comedores Comunitarios (PACOC) al 31 de diciembre del corriente año” y establecen un periodo de “actualización de datos y regularización de documentos” durante el mes de enero del 2024. Los condicionamientos que establece el comunicado contradicen al sentido de la ley y a la realidad de las ollas y comedores. La Red por el Derecho a la Alimentación se posicionó al respecto. Conversamos con Cira Novara y Kimberli Samaniego sobre la situación de los comedores y el impacto que las medidas planteadas por el MDS podrían implicar.

Movilización de la Articulación de Ollas Populares frente al MDS. Foto: Articulación de Ollas Populares
-E’a: ¿Cómo funcionan los comedores actualmente, qué tipo de asistencia reciben del MDS?
-Cira: La ley 6945 establece en sus artículos que tiene que proveer de insumos para las ollas, que tienen que ser insumos de calidad, en cantidad suficiente, que los productos perecederos deben ser adquiridos de la agricultura familiar campesina. También se tiene que apoyar la infraestructura, el mantenimiento, equipamiento, de los comedores, de manera que se vayan transformando de ollas a comedores.
Aparte de todo eso, habla también de trabajos relacionados a todo lo que sea desarrollo local; trabajo con niños y niñas, con mujeres, con jóvenes, capacitaciones, que el Ministerio tiene que contactar con instituciones u organismos a nivel nacional e internacional, como para acceder a toda esa asistencia. De todo esto, el Ministerio lo único que da son insumos en limitada cantidad, no incluye carne, verduras, huevos, productos lácteos como queso. Tenemos que estar regateando la leche, porque supuestamente no somos comedores, somos ollas, así que no nos corresponde la leche, es lo que dice el Ministerio. Ellos dicen que al ser olla, entonces, los niños no pueden tomar la merienda. Es bastante ridículo y contradictorio. Justamente donde no hay infraestructura es donde hay más pobreza.
-E’a: ¿Cómo hacen para conseguir los insumos que el MDS no entrega?
-Kimberli: En nuestro caso hacemos actividades de autogestión, ferias, ventas de ropas, nos colocamos en las plazas cuando hay actividades para vender minutas, productos de limpieza, hacemos rifas… así.
-E’a: En el comedor en el que colaboran ¿cuántas veces por semana brindan comida?
-Kimberli: Cocinamos almuerzo tres veces a la semana y cubrimos merienda tres veces a la semana. Tratamos de que seis veces a la semana haya actividad en los comedores.
-E’a: ¿Los insumos que les entrega el MDS abastecen las necesidades en sus tiempos de entrega?
-Cira: Los insumos nunca son suficientes. Ellos dicen que entregan para un mes, dos meses, dependiendo, pero nunca alcanza ese tiempo. Cuando dicen que es para dos meses, apenas, apenas alcanza para un mes. Cuando dicen que es para un mes, alcanza quince, veinte días máximo. Siempre es un tire y afloje. Contraloría presentó en julio un informe donde dice que el MDS tuvo una ejecución presupuestaria apenas del 32%, hasta julio. El informe decía también que tenía un depósito lleno de mercaderías y de otros equipos que no se repartían, y que estaban en condiciones no adecuadas higiénicamente, que estaban todos con humedad, con bichos, que no se sanea ese lugar, no hay ventilación, todo eso está en el informe de la Contraloría.
Además, a nosotros, la Articulación de Ollas Populares, solamente nos entregan cuando nos movilizamos. CONAMURI presentó ya tres veces sus documentos para algunas comunidades indígenas, no les entregaron. El año pasado solamente les entregaron azúcar y fideo, como si fuera que de eso uno se puede alimentar. A la CONNATS tampoco le dan, porque ellos presentan para las comunidades donde viven los niños y niñas trabajadores, tampoco recibieron, les dicen que tienen que volver a presentar, les dan vueltas. Al Movimiento Patria Nueva les daba pero desde este año les dio una sola vez. A la Articulación nos dio dos veces, se supone que ahora van a entregarnos por tercera vez, nos dio en marzo-abril, luego en octubre, o sea que ni siquiera cumplen en cantidad, variedad ni en tiempo.
-E’a: Entonces, con la asistencia, por decir, insuficiente, del MDS, ¿cómo se entienden los condicionamientos planteados en el comunicado?
-Cira: Lo que nosotras reclamamos, por ejemplo, con relación a las planillas, es que se considere que hay familias o personas que no tienen cédulas, sean niños/as, adultos o consumidores, y que igual nosotros les damos de comer. O sea que nosotros no podemos dejar de darle de comer a alguien porque no tuvo cédula, si tiene hambre. Nosotros siempre presentamos la planilla con todos los nombres, pero pedimos que consideren igual si no tiene número de cédula. Pedimos que las planillas se presenten una sola vez.
Por otra parte, un ministerio dependiente del Estado paraguayo no puede condicionar que un niño o una niña coma solamente si tiene infraestructura donde pueda comer. Eso es criminal. Donde hemos conquistado y podido hacer (instalar un comedor), ya sea endeudándonos, ya sea haciendo actividades, o ya sea por aporte directo de las compañeras que trabajan en las comunidades, que ambientaron, que cedieron su espacio, fue completa autogestión. Además, aquí, en Asunción, en los territorios ya no existe terreno libre. En el Bañado Norte ya no existe absolutamente ni un kua’i para hacer un local comunitario. En el sur están muchas compañeras en zozobra, sobre todo en Santa Ana, hay dos ollas que están en la zozobra de si van a ser o no desalojadas, viven en dos calles que van directo a la costanera. Entonces, a ambas se les dice que esa va ser la ruta colectora, no sabemos si va ser una o la otra, pero no pueden introducir mejoras porque se está siempre a la expectativa de si se les va desalojar o no. O sea, demasiado terrible es la situación cuando uno se pone a escarbar un chiquitito nomás, y no pueden ellos decir ‘ah, no, tienen que tener infraestructura si quieren recibir en el 2024’.
-Ea’: El miércoles 27 se movilizaron ante los nuevos condicionamientos del MDS, ¿qué resultados obtuvieron?
-Kimberli: En la movilización estuvimos varias organizaciones que son parte de la Red por el Derecho a la Alimentación. La Articulación de Ollas Populares, Patria Nueva y Cerro Poty fuimos las organizaciones que estuvimos presentes. Hay otras que no se pudieron sumar. Primero, nos íbamos denunciando el comunicado que sacó el MDS, en el cual hay varios puntos que nos dejan fuera del programa, como por ejemplo tener local propio, contar con infraestructura. Nosotras estamos cocinando en su mayoría en casa de compañeras, en las plazas, en lugares públicos, sin contar con infraestructura que sea del comedor. También estuvimos exigiendo la compra de carne y verduras, porque en uno de los puntos decía que de lunes a viernes sí o sí se debe cocinar, pero ellos sólo llevan insumos secos. Y la burocracia con los documentos, que cada vez que se van a entregar los insumos nos piden un montón de documentos, sin tener en cuenta que hay compañeras que no leen ni escriben. Es lo que fuimos a reclamar. La respuesta de ellos es que ese comunicado no era para las ollas o comedores transitorios sino que era para los comedores que ellos tienen a nivel país.
-E’a: ¿Cómo asumen esa respuesta?
-Cira: Nosotras, desde la red, lo que estamos procurando es articularnos y poder incidir más directamente en esta lucha. Nosotras sabíamos que con este gobierno se venía un ataque fuerte a las ollas también. Lo que ellos buscan con esto es reducir el número de comedores, o de ollas, de espacios en sí donde se brinda alimento. Y no lo hacen para sanear porque algunos entraron a través de campañas políticas, sino porque no es prioridad para ellos alimentar, no se puede pues mostrar la pobreza. Y nosotras desde la red buscamos hacer un trabajo diferente. Lastimosamente no se está logrando, el Ministro ni la Vice Ministra, María Ester Jiménez, no nos han recibido nunca. Una vez nos recibió Ester, pero fue porque nosotros metimos nota, nunca nos respondieron, llamábamos, llamábamos, nos decían ‘vamos a ver, vamos a ver’, y un día decidimos, ‘nos vamos’, y les dijimos ‘no nos vamos a mover de acá si no nos reciben, el ministro o la vice ministra’, y nos tuvo que recibir.
Nosotros sabíamos que la política iba a ser reducir. Nunca el Ministerio nos pudo decir el número exacto de cuántos comedores, ollas o centros comunitarios asisten, nunca hasta hoy, y mirá que le hemos pedido rendición de cuentas a los ministros. Nunca hicieron.
Las ollas, por lo general, dan de comer entre 100 a 150 personas. Además, cada olla aporta más de 4 millones de guaraníes al mes para poder cubrir lo que Estado paraguayo no entrega, llamémosle carne, verdura, huevo, queso, y todo lo que falte.
La Red por el Derecho a la Alimentación se mantiene alerta a la aplicación de las medidas por parte del MDS e invita a la ciudadanía toda a acompañar su lucha por el resguardo de las ollas populares.
Comunicado del Ministerio de Desarrollo Social sobre condicionamientos al funcionamiento de los comedores y centros comunitarios
Comunicado de la Red por el Derecho a la Alimentación
Aquí se puede leer y descargar la Ley N° 6945 de Comedores y Centros Comunitarios
https://www.bacn.gov.py/leyes-paraguayas/10535/ley-n-6945-comedores-y-centros-comunitarios