
Un libro que debiera estar en la mochila de los estudiantes
Es mi informe es la recopilación, articulación y contextualización de los documentos de la policía stronista que se encontraran en el Archivo de Terror. Fue publicado por primera vez en 1994. Sus autores se internaron en esa monumental pero desordenada documentación hasta entender cómo recopilar los documentos y buscar las referencias.
En mayo del 94 la primera edición se vendió en pocas semanas. “Antes de que termine el año ya estábamos haciendo la cuarta edición”, nos cuenta Alfredo Boccia. El libro, por esas cosas inexplicables de la vida, desapareció de las librerías varios años, por término de edición
Es inusual que un libro de derechos humanos produzca este efecto en la gente, asume Boccia, pero luego, tras breve repaso por la importancia documental y el orden establecido, sostiene: “nuestro gran sueño es que ese libro esté en la mochila de los estudiantes”. No han logrado que el ministerio de Educación se haga cargo de algo que se cuenta solo, cómo funcionaba el aparato represivo, los esquemas de delación, las gafes policiales, anécdotas.
El aporte de Es mi informe en la historiografía es aún incalculable. Numerosos trabajos de investigación histórica se han desarrollado siguiendo los datos del informe. Sobre el operativo cóndor, sobre las guerrillas, las desapariciones…
Los archivos de la policía stronista se habían encontrado en diciembre de 1992, en una búsqueda encabezada por el premio nobel alternativo Martín Almada
Boccia nos cuenta que en el 93 estaban ubicados en una pequeña oficina, absolutamente desordenados. El Centro de Documentación y Estudios (CDE) ofreció colaborar, ofreció el aporte de Rosa Palau Aguilar, una documentalista. Rosa Palau no tardó en entender que la forma era utilizar el mecanismo que utilizó la propia policía. “Cuando se descubrió cuál era el sistema que utilizaba, descubrimos por qué era tan eficaz”
Luego se sumó Miryam González, “trabajábamos sin computadora, había que cortar y pegar con tijera y cinta”.