
Néstor Amarilla compartirá doce canciones de su próximo disco en Tamo
Este sábado, 18 de enero, en Tamo, República de Colombia 274, Asunción, Néstor compartirá doce canciones de su próximo disco como solista. Son doce de unas treinta que compuso en un año y medio.
Las letras y los acordes recorren los estadios de la relación sexo afectiva, el enamoramiento, el cansancio de la rutina, salta un poco la separación, pero habla del proceso posterior, “de mirar casi despectivamente porque uno empieza a acomodarse a su soledad, y luego un poco de va a una introspección. De alejarse y mirarse”.
“Luego, claro, puedo tocar más canciones”, nos cuenta de cara al evento en Tamo este sábado, desde las 22.00.
En su historia, Néstor, también guionista de cine, recorre estilos y géneros diversos. Tiene composiciones en clave rap, guarania, blues, reagge, rock…
Cuenta que ahora trabaja en una propuesta más desde lo conceptual. Antes trabajaba más desde la nostalgia y desde las imágenes y sensaciones. “Ahora exploro conceptos, manteniendo, claro, las imágenes y las sensaciones”, explica.
Melódicamente, Néstor no se encierra en nada.
“Me está gustando mucho ahora el formato canción. Ahora mismo tengo una canción más rumbera. En este momento de mi vida puedo hacer lo que me pide la canción”, asegura.
“A mí no me interesa mucho encasillar las canciones en género, me gusta la idea de una nota, a veces una nota te cuenta la historia, o una secuencia de acordes. En fin, me llevo bien con todos los géneros que he explorado”, comenta su actualidad.
Tamo, un comedor agroecológico y cultural, arrancará el año de conciertos con Néstor. “Es muy hermoso arrancar con Néstor, es muy inspirador que Néstor se venga a la casa”, cuenta la coordinadora del espacio, Leticia Correa
En la carpeta de este espacio, el próximo evento le tendrá a alguien “ya casi de la casa” (al decir de Leticia), el 14 de febrero, la gran arpista Norma Ortega.
Pero volviendo a Néstor, a este puerto de canciones como solista llega con dos experiencias de banda recientes: La Mula y Kava. Kava, finalmente, trasmutó en La Mula.
“Hoy me siento cómodo también así, tocando lo que quiero tocar. Disfruto de las composiciones así como son. Por ahí sí hay una cuestión más discursiva, que siento que las canciones tienen cierta cohesión, un puente entre una y otra. El estilo y el género ya no me retienen en nada”, resuelve.