Mujeres indígenas: «Queremos vivir libres de toda forma de violencia»
La violencia hacia las mujeres indígenas ha aumentado en los últimos tiempos, cuando familias enteras fueron y siguen siendo desplazadas hacia las ciudades y ya no se encuentran al resguardo comunitario. Datos de agosto de 2023, del MINA, establecen que 7 de cada 10 niños, niñas y adolescentes que se encuentran en las calles de la Capital y el departamento Central, son originarios de comunidades indígenas, indicó la Coordinadora de Líderes del Bajo Chaco (Clibch).
«El número de embarazos infantiles y adolescentes en nuestras comunidades, es una de las violencias que más nos preocupan. Esta situación que pone en riesgo de vida a nuestras niñas exige una respuesta interinstitucional y un acompañamiento a las decisiones que comunitariamente asumimos», expuso la lideresa enxet, Herminia Ferreira.
«El atropello a nuestras tierras, el avasallamiento a nuestra cultura, el aprovechamiento inescrupuloso de la situación de pobreza en la que tantos indígenas se encuentran, están entre las causas de esta situación. Datos del Ministerio de Salud (MSPyBS) hablan de niñas de 14 años o menos que se encuentran dando a luz. Cifras sobre adolescentes indígenas entre 15 y 19 años, dan cuenta de casos de partos hasta en una tercera ocasión, situación agudizada cuando las niñas están fuera de sus comunidades», recordó Ferreira.
«La falta de acceso a la justicia y la denegación estructural de derechos económicos y sociales agravan considerablemente el riesgo de violencia para las mujeres indígenas, así como para sus familias y comunidad. Es por ello, que reclamamos políticas integrales que contemplen la satisfacción de todos nuestros derechos de tal modo a avanzar hacia una efectiva erradicación de las causas que originan la violencia que enfrentamos», reclamó.
«Desde la Comisión de Mujeres Indígenas del Bajo Chaco, organismo auxiliar de la CLIBCh, nos ponemos a disposición para articular los esfuerzos que sean necesarios en el departamento de Presidente Hayes, al interior y por fuera de nuestras comunidades, a fin de abordar la violencia hacia las mujeres y así proteger a nuestras niñas y adolescentes, entre otras cosas, de la violencia sexual y los embarazos no deseados. Las voces de las mujeres indígenas deben ser escuchadas. Por un futuro sin violencia hacia las mujeres, niñas y niños indígenas», dijo en alusión al 25 N en representación de la Comisión de Mujeres Indígenas del Bajo Chaco.
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Herminia Ferreira
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