La suerte de Nicolás Léoz no está echada a las monedas

Léoz es uno de los acusados por la justicia estadounidense de “organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero”, entre otros ilícitos.

El fútbol, ya se sabe, es uno de los escenarios de negocios más herméticos. En nuestro país, por ejemplo, los clubes no están obligados a declarar públicamente los contratos y las transferencias. De ahí que lavar dinero en clubes es ideal. Y la FIFA es la organización “sin fines de lucro” más grande del mundo, nos recuerda el periodista Osvaldo Zayas.

En ese escenario donde todo parece mágico cuando a tu equipo le va bien, Nicolás Léoz escaló cortésmente, sin muchos ruidos. Primero fue presidente de Libertad, el equipo de Alfredo Stroessner. Mejor padrino en esa época, imposible. Luego asumió la presidencia de la Asociación Paraguaya de Futbol. En su presidencia Paraguay salió campeón de la Copa América en 1979, con ese equipo maravilloso de Romerito, Kiese, Evaristo Isasi…

Ese mismo año, Olimpia ganaba la Copa Libertadores de América, por primera vez.

Una camada extraordinaria de jugadores en varios planteles.

En 1983, Paraguay iba para el doblete. Se encontró con Brasil en semifinales. En general habían quedado empatados. ¿A qué jugamos entonces? A las moneditas. En Uberlandia, en el vestuario local, lejos de las cámaras.

“Primero se dijo que ganamos y luego se rectificó. Nadie sabe a ciencia cierta qué sucedió allí”, nos recuerda el periodista Blas Brítez.

Un muy buen artículo de él sobre Léoz se puede encontrar en su blog: http://palabricoabrazo.blogspot.com/2015/05/nicolas-leoz-el-heroe-dulce-de-la-plata.html?m=1

Tres años después Nicolás Léoz era nombrado presidente la Confederación Sudamericana de Fútbol. De este espacio ya no se movería sino ya viejo, con una tímida y tutelada acusación de haber recibido sobornos millonarios por televisación.

Ahora ocupa ese lugar Juan A. Napout, de la familia que había heredado del tiempo de la dictadura el negocio de la importación de cigarrillos norteamericanos.

Ahora a Léoz ya se lo siente viejo. No es para menos, nació en 1928. La noticia no le habrá caído tan bien. Consultó esta mañana con un médico, en el sanatorio Migone, según publicación de ABC Color.

Acá se acostumbró a los galardones.

La justicia norteamericana pide su captura y también planteará la extradición como hiciera con los demás dirigentes de la FIFA.

A sus 86 años, este señor podría ya no ser imputado, pero su destino ya no depende de las moneditas, como tal vez pudo haber pasado en su remota infancia, en los montes del complejo industrial de la firma Carlos Casado, donde vivía, según recuerda, en casa de madera y piso de tierra.

 

 

 

Comentarios

2Comentarios

  • Andrew Nickson
    27 mayo, 2015

    Porqué en 2011 el FG estaba pensando en el asqueroso Leóz como un posible candidato presidencial para remplazar a Lugo? Hasta se llegó a acercarse a él, supuestamente porque fue considerado un hombre de izquierda’!!! Cuando lo leí, pensé que fue un error de imprenta. Cuál era la relación de Leóz con Lugo (él de la opción preferencial a la mujer pobre), a quien le dio una medalla en 2011 «por su contribución al futbol latinoamericano».

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