18 Nov Tyson y el sueño de la inmortalidad
Por Jimmi Peralta
El sueño de poder decir que existen seres que rompen la fuerza declinante del tiempo ante millones de personas… Ojalá existan esas personas que logren la hazaña de romper la lógica mecánica de la vida… ahí creo que estuvo la bandera incendiada el fin de semana… No nos rompió el corazón ser estafados por el marketing una vez más, ya compramos todos los suplementos y lo seguiremos haciendo, ya juraremos el por siempre jamás que dura semanas sin culpa… no nos rompió el corazón ser los tontos que no dormían para que algún heredero de Don King se lleve la verdadera bolsa… para esos detalles de la noche ya hay muchos lloriqueos, yo tengo el mío propio… por fuera de bancar a la leyenda, a quien ya le perdonamos todo…
Millones de personas nos conectamos el sábado de madrugada rogando ser testigos al unísono de la existencia de un hombre de acero, queríamos ver a un ser que puede superar la decadencia… En el fondo, todos apostamos a que el veterano demuestre que solo envejecen algunos, que la juventud será eterna, que la vida será eterna, que de alguna forma nosotros podemos ser eternos, podemos ser ese veterano que hace hazañas de juventud toda la vida… Ya no importaba si fue un pecador peor que nosotros, o si era la demostración de la superación que el capitalismo siempre nos ofrece como anhelo.
Acá teníamos entre manos algo más importante que ganar una pelea, o que demostrar que la gente puede redimirse, o que el sueña y lucha es exitoso… acá se jugaba nuestra vida misma… nuestra eternidad… Pero entonces, entre pira kutu y pira kutu trasnochado, pasó que esa bandera se hizo humo en un segundo, y nuestra propia decadencia presente y nuestra muerte futura se hizo patente, como todos los días, en vivo y por Netflix.
No nos jodió la plataforma, nos jodió el sueño que siempre tendremos, eso de ser eternos… En mil y una formas contantes vivimos corriendo de la muerte, y el box nos meo por la cara antes del amanecer.
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