El libro de Anuncio Martí y la censura del troglodismo

Anuncio Martí, al igual que Juan Arrom, en enero de 2002, fue secuestrado por un comando policial encabezado por el subcomisario Antonio Gamarra.
Lo mantuvieron secuestrado en una casa de Villa Elisa, una casa de otro comisario. Esperaban que los rastros de tortura, inmensos, se cicatricen para presentarlos luego como muertos en fuga.
Entonces, la prensa se hacía eco del libreto del poder, el cual sostenía que tanto Arrom como Martí estaban prófugos por el norte.
Cuando sus familiares y activistas los encontraron, los rastros de tortura eran todavía monstruosos.
La evidencia más clara de terrorismo de Estado en «tiempos democráticos».
A la salida de su cautiverio, María Edith de De Bernardi dijo que nada de lo que a ella le ocurrió tenía algo que ver con la izquierda. Pero 24 horas después, ya rodeada de su marido Antonio de De Bernardi, repetía el mismo libreto que el poder político, policial y judicial había elaborado.
En ese libreto, Martí era el guardia malo.
Un poco antes, en el extinto Vanguardia, en tapa, habían mostrado una foto con vida de la señora y un tipo que (el supuesto guardia malo) desde arriba la encañonaba. Martí es un tipo de 1.55.

Flyer de promoción de la actividad censurada

Según el mismo libreto, Alcides Oviedo era el guardia malo.

Según la descripción de la señora María Edith, el guardia malo tenía pelos y un lunar en el pecho. En el juicio oral, Oviedo se sacó la remera para mostrar que era lampiño y no tenía lunares. Nada importó. No pararon el juicio ni siquiera para hacerle una revisión médica. Pudo haberse limpiado, claro.
El fiscal Fabián Centurión debía investigar el secuestro y tortura de Martí y Arrom, pero, amenazas de por medio, dejó la investigación.
Antonio Gamarra llegó a ser comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta. Esta fuerza mató a siete inocentes, los arropó con uniforme militar y hace poco, por el ya famoso Lalo chat, se supo que traficaban armas del ejército con bandas de narcos.
No sé qué habrá pasado de la señora María Edith.
Brasil le concedió a Anunció y Arrom refugio político. Durante el gobierno de Bolsonaro le quitaron el status.
Ahora Anuncio está en Finlandia.
Sus escritos son de una calidad narrativa tremenda y de una profundidad dolorosa.
Debía presentar sus poemas recopilados, en el marco de la Feria Chacu Guaraní.
La Secretaria Nacional de Cultura (SNC) resolvió prohibir por considerar la presentación de dicho libro la «promoción de un criminal».
No sólo se arropa de juez, también de escrutadora y rectora de lo que se debe publicar, presentar o no.
Pero ya lo sabemos.
Tal vez habiliten el libro de Antonio Gamarra. Ah, claro, y de Horacio Cartes y los demás muchachos.
Ah, Gamarra incluso llegó a candidatarse a senador, si mal no recuerdo…
…Uy, qué loco
Acabo de leer una posición de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEO) y de Escritoras Paraguayas Asociadas expresando su conformidad con la resolución de la SNC de prohibir la presentación del libro de poesía de Anuncio Martí en la feria Chacu Guaraní que se desarrolla en lo poco que queda del Puerto de Asunción.
Guau, que alineamiento tan rápido con el troglodismo. Por Dios. Qué es esto.
Martí es escritor de primera línea, narrativamente impecable.
Además de vivir un exilio doloroso, lejos de su tierra.
Sus poesías y sus relatos son de una profundidad dolorosa e histórica
Pero aunque no lo sean, aunque solo sean de factura rosa, ¿se dan cuenta de lo que verdaderamente están haciendo, coreando, tan absurdamente, una absurda disposición?
Guau.
Aún quiero creer que es un comunicado apócrifo. Aún.

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