¿Por qué se cae a pedazos el Centro Histórico de Asunción?

El espacio fundacional de la República, con un valor histórico, político y cultural incomparable, padece una progresiva degradación. Los sucesivos gobiernos nacionales y municipales no han podido brindarle soluciones efectivas hasta hoy. A continuación te ofrecemos cuatro razones.

Texto de Arístides Ortiz

Fotografía de Juanjo Ivaldi Zaldívar

El territorio del Centro Histórico de Asunción (CHA) tiene una extensión de1.073 hectáreas de superficie. Dentro de esta área se encuentra el corazón del centro de la ciudad, al que se agregan el Puerto, la Bahía del río Paraguay, el barrio Chacarita, los humedales y la reserva ecológica del Banco San Miguel.

El Área de Núcleo del CHA tiene los siguientes límites: al Norte la ribera del río Paraguay y la Bahía de Asunción; al Este el Parque Caballero y las calles Artigas y Brasil; al Sur las calles Fulgencio R. Moreno y Humaitá, y al Oeste la calle Don Bosco y su proyección hasta la Bahía de Asunción.

La cuadra sobre la calle Herrera, entre Alberdi y 14 de Mayo, enfrente de la Iglesia La Encarnación, es una de las más deplorables.

La cuadra sobre la calle Herrera, entre Alberdi y 14 de Mayo, enfrente de la Iglesia La Encarnación, es una de las más deplorables.

En este núcleo se concentra el 52% del patrimonio cultural de la República, entre los que cabe destacar el Museo Casa de la Independencia, el Ferrocarril Central y el Cabildo Viejo.

El CHA cuenta con los mejores servicios de infraestructura (sistema cloacal, sanitario, financiero, edilicio, transporte público) del país. En este núcleo están las sedes de los poderes Legislativo y Ejecutivo así como otras altas instituciones del Estado; alberga los símbolos patrios más significativos como el Panteón de los Héroes y el Palacio de los López. El CHA es además el principal espacio de las protestas sociales de la ciudadanía, de las celebraciones de sus éxitos y de sus acontecimientos históricos.

Pese a todo esto, sus calles, sus veredas, sus edificios, sus viejas casonas y sus plazas están en completo abandono y deterioro. Esto se debe a varias causas.

La falta de planes y políticas urbanas

La vereda sobre la calle Estrella, entre Giussepe Garibaldi y Colón.

La vereda sobre la calle Estrella, entre Giussepe Garibaldi y Colón.

Una de la causas de fondo del abandono y deterioro del CHA es que la ciudad de Asunción no tiene un ni un Plan de Ordenamiento Territorial ni un Plan de Desarrollo Sustentable, establecidos por la Ley 3.966 Orgánica Municipal para los 254 municipios del país. Al no tener la Municipalidad de Asunción estos planes, el crecimiento y los cambios en la ciudad se dan en forma desordenada. En este crecimiento desordenado  influyen mucho los desarrolladores inmobiliarios privados con sus intereses de mercado.

Una muestra de cómo los intereses inmobiliarios privados desarrollan “de hecho” las políticas urbanas en Asunción son las 220 ordenanzas que, hasta hoy, han modificado la Ordenanza 43/94, denominada Plan Regulador de Asunción. La mayoría de estas modificaciones al Plan definieron zonas de edificación y ampliación de la ciudad de acuerdo a los intereses de los empresarios inmobiliarios sin una política urbana del Estado.

Así, tenemos los casos de zonas desarrollas urbanísticamente como el eje Mariscal López Shopping de Villa Morra, el eje Shopping del Sol y el eje Avenida Santa Teresa.

La desastroza cuadra sobre Oliva, entre Hernandarias y Colón, al costado de la excervercería paraguaya.

La desastroza cuadra sobre Oliva, entre Hernandarias y Colón, al costado de la excervercería paraguaya.

Dentro de los objetivos de los desarrolladores inmobiliarios no entra el CHA, puesto que su único interés es el dinero y no un proyecto de ciudad.  El Plan Maestro para la Revitalización del Centro Histórico de Asunción (Plan CHA), impulsado durante la administración de la exministra de Cultura Mabel Causarano, ha sido una frustrado intento al ser rechazado por la Municipalidad de Asunción, el órgano de gobierno que tiene las atribuciones y facultades para implementar este tipo de planes.

Ante la ausencia de un plan municipal específico, no hay inversión pública, ni privada, ni protecciones ni cuidados de espacios públicos en el CHA.

La ausencia de sanciones impositivas

Una caminata por las calles de CHA revela el deterioro material de la mayoría de sus casonas coloniales, edificios patrimoniales y residencias privadas.Muchos inmuebles derruidos y sucios están abandonados y tienen como únicos pobladores a las ratas, las termitas y las cucarachas.

Sus propietarios pagan un impuesto inmobiliario anual, pero exiguo. Por esta razón no les preocupa el estadode abandono de sus inmuebles y están a la espera de que suban sus precios de mercado para venderlos. La Municipalidad de Asunción no tiene una herramienta que tienen otros municipios del mundo: un impuesto a la propiedad ociosa. Si el inmueble no tiene utilidad social, sino especulativa, su propietario paga un impuesto elevado. Esto lo obligará a mantener su inmueble en buen estado material y a darle uso social mediante el alquiler.

Las limitaciones e ineficiencias institucionales de la municipalidad

La antigua casona ubicada en Montevideo y Benjamin Constans, otrora motel, a punto de derrumbarse.

La antigua casona ubicada en Montevideo y Benjamin Constans, otrora motel, a punto de derrumbarse.

Las caminatas por los 80 kilómetros de veredas de las más de 200 manzanas que componen el CHA son una verdadera tortura para el peatón: aceras con baldosas levantadas, con charcos de agua sucia, obstaculizadas por vehículos, vendedores y basuras. Los pasos cebras peatonales de las calles están despintados y los automovilistas no respetan el paso de los transeúntes. Son 500 los cruces peatonales que deberían surcar las más de 200 manzanas del centro, pero la mayoría son inutilizables.

La  Ordenanza Municipal 217/12, Que reglamenta la construcción y uso de veredas inclusivas, establece multas que van desde 600.000  hasta 1.300.000 guaraníes para los propietarios de inmuebles que no mantienen en buen estado sus veredas. Pero este aspecto de la ley municipal es letra muerta, razón por la cual los propietarios no reparan ni cuidan sus veredas. Otras multas también se establecen para los automovilistas y unidades del transporte público que no respeten los cruces peatonales. Tampoco se aplican. El control de la municipalidad a través de sus funcionarios para evitar estas violaciones al espacio públicoes casi nulo.

Muchos de los edificios y casonas antiguos que se caen a pedazos en el CHA están catalogados como patrimonios culturales o monumentos arquitectónicos y son propiedades privadas. La reciente Ley 5.621, De protección del Patrimonio cultural, establece en varios de sus artículos sanciones económicas y penales, y hasta expropiaciones, para los propietarios de inmuebles catalogados como patrimonio que los abandonan al deterioro.

La vereda sobre la calle Paraguayo Independiente, entre O'leary y 15 de Agosto, a 50 metros del Palacio de Gobierno

La vereda sobre la calle Paraguayo Independiente, entre O’leary y 15 de Agosto, a 50 metros del Palacio de Gobierno

La casi nula presencia de funcionarios municipales que controlen el estado de los edificios y casonas patrimoniales, la carencia de recursos económicos de la municipalidad para asumir las obras de refacción o salvación de los patrimonios ante la inacción del propietario, y la imposibilidad de litigar judicialmente con los propietarios, convierten, hasta hoy, en inútil a esta ley.

La inseguridad en las calles

La mitad de la población que habita en el CHA (10.000) vive en el barrio Chacarita, un espacio habitacional histórico en donde campea la pobreza extrema y la exclusión social.

Al no haber políticas de inclusión –económicas, laborales, etc.– para esta población por parte del Estado, muchos de sus habitantes se dedican al hurto o al robo en las calles del CHA. Las horas nocturnas en el centro histórico deparan calles desoladas, poco iluminadas, poco habitadas y sin resguardo policial adecuado.

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