La palabra combativa de Constantino Coronel
Gira de presentaciones del documental «Constantino» en el departamento de Misiones
Por Mirna Robles Armoa
A sus 92 años, Constantino Coronel fue el principal protagonista de las presentaciones del documental “Constantino”, que narra, desde su testimonio, la fundación y el desarrollo de las Ligas Agrarias Cristianas.
Acaba de cumplir 92 años. Superó el covid y una neumonía el año pasado. Para las presentaciones del documental en el departamento de Misiones él mismo salió a hacer algunas de las invitaciones personalizadas. Fue partícipe, como orador firme y lúcido, de las presentaciones que se realizaron en los distritos de San Ignacio y Santa Rosa.
El equipo realizador del documental Constantino, conformado por Elisa Marecos, Sandino Flecha y Julio Benegas, realizó una gira de presentaciones en las fechas 26 y 27 de mayo. Repasamos algo de lo vivido en las tres presentaciones.
Encuentro con jóvenes de la CEASIL
Se encuentra ubicado en el km 237 de la ruta 1, en la compañía de Potrero San Antonio (San Ignacio). El predio cuenta con una extensión de 30 hectáreas. Alumnos/as y docentes del Centro de Educación Agroecológica San Isidro Labrador (CEASIL), un colegio de bachillerato técnico agropecuario, recibieron al equipo de E’a y comentaron que el colegio funciona con el régimen de internados, que los alumnos/as van un fin de semana por mes a sus comunidades, que tienen producción de gallinas ponedoras, vegetales de consumo y apicultura y que esa producción propia les permite subsistir debido a que los insumos que deben recibir del MAG no han llegado en lo que va del año. También nos dijeron que los chicos y chicas anhelan que le construyan una pista de juegos para poder entrenar deportes.
Noche fresca. Llegó Constantino Coronel con sus hijas y esposa. Los más de 80 alumnos ingresaron al salón de proyección. Tras 20 minutos de una atenta observación el auditorio estalló en aplausos.
Los realizadores entregaron el micrófono al protagonista del audiovisual. En un guaraní de raíces y sentidos profundos Constantino inició su alocución haciendo una distinción entre el analfabetismo total y el analfabetismo funcional y recordó que en este país existen alrededor de un millón de analfabetos totales y cerca de dos millones de analfabetos funcionales.
Con la mano apuntando a su sien, expresó: “Jareko ko ñane apyty’ü mbytetépe peteï valor tuichavéva, ha’éva la inteligencia”[i]. Sus palabras iban dirigidas a jóvenes de entre 15 y 18 años que con un respeto y una atención excepcionales las escucharon. Y pasa que la educación liberadora constituye una de las líneas de organización de las Ligas Agrarias Cristianas (LAC). Saber más de las LAC, conocer sobre la vida de Constantino en el exilio, fueron algunas de las inquietudes de los y las estudiantes.
Presentación en Santa Rosa
El sábado 27, durante la mañana, tuvo lugar otra presentación en el Centro de Cultura y Turismo Carlos Alberto Ayala, dependiente de la Municipalidad de Santa Rosa. Contó con la participación del intendente del distrito y varios referentes locales de la organización social. Ypoty Coronel, hija de Constantino, ofició de presentadora y una vez más el ex comandante de la OPM (Organización Político Militar) asumió la tarea de ofrecer la palabra desde una memoria viva, profunda y vigorosa. El, esta vez, bastante detallado recuento del momento fundacional y la historia de las LAC cerró con un ñemongeta jere[ii] en el que intuitivamente los asistentes hilaron memoria, esperanzas y desafíos, insuflando un aire de combatividad colectiva que rompía la formalidad del espacio institucional.
Constantino en la Casa Indios
Por la tarde del mismo día se proyectó la tercera presentación en el centro de San Ignacio, a un lado de la Iglesia, en una de las instalaciones que en época de las reducciones jesuíticas albergaba a los indígenas sometidos y que hoy conforma parte del patrimonio histórico del lugar. Con salón lleno, conformado en la mitad por estudiantes del Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní, sede San Ignacio, se compartió el material. Varios familiares de ex integrantes de las LAC hicieron uso de palabra y trajeron a luz recuerdos propios de las experiencias de las escuelitas campesinas, de los almacenes de consumo, de las formas de organización y los valores de las ligas.
La palabra de Constantino y el legado de las Ligas Agrarias
En los tres encuentros, así como conversando con casi cualquier habitante adulto de San Ignacio o Santa Rosa, es fácil descubrir la persistente ligazón que existe todavía entre ellos y la historia de las Ligas Agrarias. Varias de las personas más mayores formaron parte de la organización como pytyvõhára[iii], involucrándose en la administración de los almacenes de consumo, o es hijo o hija de dirigentes/as de ese tiempo. Como Gladys Montenegro, militante social y política de San Ignacio, que mantiene recuerdos de su infancia en las escuelitas donde su madre era pytyvõhára, por citar de paso solamente uno de los tantos ejemplos.
Una energía envidiable movió, mantuvo en pie y dio largo aliento a los discursos que salían de Constantino Coronel en los dos días. Entre las ideas que se destacaron de su línea discursiva expresó que valora el trabajo de documentación audiovisual realizado por el equipo del Periódico Digital E’a puesto que en el relato oficial de la historia del Paraguay “el campesinado no aparece como sujeto histórico”.
Consciente también de la historia del suelo que pisa, no dudó en nombrar con fuerza la palabra revolución y afirmar que “Santa Rosa es el municipio más revolucionario” y exhortó luego a “no tenerle miedo a la palabra revolución”, para traer al escenario los nombres de Mao Tse Tung, la India Juliana, evocar a la revolución de los comuneros y la gesta del 14 y 15 de mayo.
Pasa que otra de las líneas del discurso de Constantino es la de la necesidad de construir soberanía: “Paraguay retã ha’e va’erã Paraguay mba’e”[iv]. Así como articula también al final del documental: “la juventud tiene que tomar consciencia de ser paraguayo, y de que Paraguay tiene que ser Paraguay. La juvetud puede llegar a plantear de vuelta la consigna ‘Paraguay libre, independiente y soberano’”.
Así como Constantino articula un discurso de líneas definidas, esclarecidas cada vez más a lo largo de los años (los principios de las Ligas Agrarias), las y los demás testimonios de sobrevivientes o herederos de las LAC hablan desde las mismas ideas, las complementan, y dejan en claro siempre que las ligas fueron organizaciones donde los principios que identificaron como valores de vida guiaron el camino.
Es lo que desgrana una y otra vez Constantino con sus sabias palabras. Cuando en 1959 sus vecinos se acercaron a decirle que estaban dispuestos a pelear y cortar cabezas para conseguir acceso a la tierra, él les dijo: “la jejuka che ndahecha porãi. Jareko peteĩ virtud ha’éva el diálogo”[v]. Y desde ahí empezaron a organizarse.
Cuando se encontraron con que el ser humano no sólo tiene deberes sino también derechos, entendieron que en este país no era el campesinado el único violentado en sus derechos, y que al buscar conquistarlos se persigue una vida digna. Nos dijo Constantino que el Estado de derecho es: “donde se respetan la vida y la dignidad”.
Y en el camino de la dignidad también se encuentra la necesidad de la educación para liberar al ser humano, eh ahí las escuelitas campesinas.
Al cierre del último encuentro apareció el dirigente campesino Ernesto Benítez, educador popular, quien, en uso del micrófono, explicó que la filosofía no es una materia inentendible como se la presenta en la academia, sino que “la filosofía ko ha’e mba’éichapa jahecha, mba’éichapa ñañandu, mba’éichapa ñaentende ha mba’éichapa javivi”[vi], para referirse al protagonista del documental y cerrar diciéndonos que: “la filosofía de Constantino y las Ligas Agrarias Cristianas es el valor de la vida”.
Los realizadores, Sandino Flecha y Elisa Marecos, señalaron, al cierre de los encuentros, el compromiso de E’a de continunar con reportajes
documentales que traigan al presente historias de lucha, de vida y dignidad de nuestro pueblo. “Iporãiterei ñane rembiapo”[vii], subrayó, en rondas de evaluaciones, Ever Enriquez, uno de los organizadores de los encuentros con el documental. “Esta es una línea posible del necesario reencuentro, del ñemongeta colectivo”, remató.
[i] Tenemos en el medio mismo de nuestro cerebro uno de los más grandes valores, que es la inteligencia.
[ii] Ronda de diálogo.
[iii] Literalmente ‘el que ayuda’. Aplicado para nombrar a los que hacían de proferores/as de las escuelitas campesinas.
[iv] Paraguay como país debe ser de Paraguay.
[v] Yo no miro con buenos ojos los deseos de muerte. Tenemos una virtud, la cual es el diálogo.
[vi] La filosofía es cómo observamos, cómo sentimos, cómo comprendemos y cómo vivimos.
[vii] Esta muy bueno el trabajo.