
Durante gobierno de Cartes ha persistido la reprimarización de la economía paraguaya
Por Alberto Alderete
El sector económico que menos ha atraído la atención del gobierno de Horacio Cartes ha sido la industria, la cual a inicios de 1990 ocupaba el 15 % del Producto Interno Bruto (PIB), iniciando desde entonces un proceso descendente, sufriendo retrocesos y estancamientos que no han podido superarse, con una participación del 11 % en el PIB en el 2017, según el Ministerio de Industria y Comercio (MIC). Sin embargo el dinamismo y crecimiento de ciertos sectores industriales es destacable.
Ciertamente la economía paraguaya se ha caracterizado por una participación históricamente escasa de la industria, así como por la agroindustria de bajo valor agregado y por el predominio del sector agropecuario. Sin embargo en los últimos 20 años la industria no sólo se ha estancado sino que los pocos avances que ha experimentado, han retrocedido, profundizando a su vez la preeminencia del sector primario.
Este proceso descendente es conocido como proceso de mayor “desindustrialización”, y su contracara, como proceso de mayor “reprimarización” de la economía. El término “desindustrialización” sirve para referirse al retroceso o estancamiento del sector manufacturero sobre el total del valor agregado de la economía en detrimento del sector primario en los últimos 20 años y, “reprimarización” implica la importancia que han recuperado los sectores primarios en la economía. Estos sectores primarios son el grupo de ramas de actividad encargadas de la producción de materias primas, productos básicos (los commodities) y los bienes intermedios poco elaborados.
En efecto, cinco indicadores nos confirman dichos fenómenos:
1) las exportaciones de productos industriales
2) las exportaciones de productos primarios
3) la participación de productos industriales en el PIB
4) la participación de los productos primarios en el PIB y,
5) El comportamiento de la Inversión Extranjera Directa en la industria.
- INDICADOR 1. Exportación de productos industriales
Las exportaciones de productos industriales están representadas en el 2015 por:
- Agro alimentos (compuestos principalmente por Aceites vegetales y productos de carnes en un 90% y completados por los lácteos y azúcar) que representan el 77, 4 % del total de exportaciones industriales
- Bebidas 0,1 %
- Tabacos 0,5 %
- Productos de madera 1,1 %
- Maquinarias y equipos 5,1 %
- Papel y Productos de Papel 0,7 %
- Productos del Cuero 5,2 %
- Productos Metálicos y No Metálicos (Cemento, Cal, cerámicas) 0,6 %
- Productos Químicos, Cauchos y Plásticos 5,2 %
- Textiles y Prendas de Vestir 3,6 %
- Otras Manufacturas 0,4 %
Total 100 %
Este cuadro de productos industriales exportados muestra cinco cuestiones: 1) el crecimiento considerable de la industria de Agroalimentos vinculados a la soja y la carne; 2) la alta concentración de las exportaciones paraguayas en sólo dos rubros que representan el 77,4 % de las exportaciones industriales; 2) su contracara que es la baja diversificación de la producción industrial; 3) la dependencia total de esas exportaciones de los vaivenes de la soja y de la carne y, 4) Las industrias de “commodities” se caracterizan por un bajo valor agregado y por dar escaso empleo. Siendo responsable del 77,4 % de las exportaciones industriales, la producción de aceites y carnes da empleo al 26 % del empleo industrial, mientras que los Textiles y Prendas de vestir que son responsables de sólo 3,6 % de las exportaciones industriales, emplea al 13 % de los trabajadores industriales.
Pero al tener en cuenta la participación en el PIB de los productos industriales manufacturados propiamente, se tiene que éstos sólo representan el 17 % del total de productos exportados del país.
- INDICADOR 2. Exportación de productos primarios
Los commodities (materias primas, soja, carnes, trigo, arroz, harina y demás residuos de la soja) como los productos agropecuarios que tienen baja manufactura han constituido el 83 % de las exportaciones totales paraguayas en el 2015 según el ministerio de Industria y Comercio.
- INDICADOR 3. Participación de la Industria en el PIBHe aquí el proceso descendente de la Industria. Según datos de las Cuentas Bancarias del Banco Central del Paraguay, a inicios de 1990 la industria ocupaba el 15 % del PIB; en los primeros años del 2000 ocupaba el 13 %, en el 2012 el 12 %, en el 2013 el 10,2 %, 2014 10,2 %, 2015 10,3 % Y 2016 10,3 %, 2016 10,3 % Y 2017 11 %
Aquí los datos son contundentes y muestran cómo el proyecto de industrialización está en franco retroceso, y aun cuando hubo un crecimiento de algunas industrias en los últimos 6 años, el mismo no pudo superar el proceso descendente.
- INDICADOR 4. Participación de productos primarios en el PIB
En el período de 1991 a 1995 la participación de la agricultura y la ganadería en el PIB eran del 16,5 %; de 1996 a 2000 17 %; de 2001 a 2005 20,4 %; de 2006 a 2010 fue de 21,6 % y, de 2011 a 2015 fue del 22,6 %. Es decir que de 16,5 % que era entre 1991 a 1995, ascendió a 22,6 % entre 2011 a 2015. El crecimiento de los productos primarios en el PIB subió del 16,5 % a 22,6 % en 20 años.
- INDICADOR 5. Comportamiento de la Inversión Extranjera Directa
A partir del 2008 hay un aumento del flujo de la IED en la economía, intensificándose a partir del 2012. Sin embargo el volumen sigue siendo bajo como para incidir en el empleo, en el crecimiento y en el fortalecimiento de las cadenas productivas vinculadas a dichas inversiones.
Desde 2008 al 2016, el promedio de la participación de los sectores económicos como destinatarios de la IED es como sigue: el 5 % fue destinado al sector primario, el 41,2 % al sector secundario o industrial y el 53 % al sector terciario (comercio y servicios)
Sin embargo, la mayor inversión de la IED en la industria estuvo destinada a las industrias de aceites vegetales y carnes (frigoríficos) y la maquila. No obstante, sectores industriales no agroalimentarios han sido beneficiados pero en poco volumen, como es el caso de los Químicos, Plásticos, Bebidas y Tabacos.
Resumiendo se puede concluir que el impacto de la IED en la industria ha sido muy bajo, por lo que no tuvo incidencia en la industria en su conjunto.
INDICADORES muestran la existencia del proceso de reprimarización de la economía
El descenso crónico en los últimos 20 años de los productos industriales manufacturados en el PIB (del 15 % en primeros años de 1990 a 11 % en el 2017); el aumento de los productos primarios en el PIB (16,5 % de 1991 a 1995 y 22,6 % de 2011 a 2015); el estancamiento de las exportaciones de manufactura industrial (17 % del total de exportaciones); el aumento considerable de las exportaciones de materias primas (83 % del total de exportaciones) y, el bajo flujo de la IED en la industria =Desindustrialización=reprimarización.
Crecimiento de algunas industrias en los últimos 5 años
No obstante, existen sectores industriales que en los últimos 5 años han adquirido dinamismo y experimentado un crecimiento, en especial los de Agro alimentos (aceites de soja y carnes congeladas) vinculados a los commodities, los Lácteos, Maquinarias y Equipos, Productos Quimicos farmacéuticos, Cauchos y Plasticos, Textiles y Prendas de Vestir, Bebidas y Tabacos, y Papel y Productos de Papel. El promedio de dinamismo de estas industrias ha alcanzado un promedio del 7 % durante los últimos 5 años y del 9 % durante el 2017, según el Banco Central del Paraguay.
Crecimiento de ciertos rubros en el PIB Industrial
En los últimos diez años, se ha experimentado también un crecimiento importante de ciertos productos en el PIB Industrial. Así tenemos que en dicho período, Maquinarias y Equipos tuvo un crecimiento promedio del 6,7 %; Productos del Cuero un decrecimiento promedio del -0,58; Productos Quimicos, Cauchos y Plasticos 6,44 %; Textiles y Prendas de Vestir 20,1 %; Productos de Madera -8,3 %; Bebidas y Tabacos 51,4 %; Papel y Productos de Papel 43,9 %; Otros Productos 24,7 % y Productos Agroalimentarios 60,8 %
Pero dicho crecimiento no incide para superar la reprimarización
Sin embargo, el crecimiento de dichos rubros no tuvo el peso necesario como para que su participación incida en el Producto Interno Bruto Nacional y en las exportaciones. Es por eso que, aún cuando hubo un crecimiento de dichas industrias, dicho crecimiento (7 % en los últimos 5 años y 9 % en el 2017) produjo sólo el aumento del 0,7 % de la participación de la industria en el PIB en relación a años anteriores, razón por la cual no puede alcanzar la participación del 15 % que tuvo la industria en el PIB en los primeros años de 1990, y en consecuencia la economía paraguaya continúa inmersa en el proceso de “desindustrialzación” y de “reprimarización”.
Tesis de Fernando Masi
El destacado economista Fernando Masi, en su libro “Ser industrial en el Paraguay”, escrito en Setiembre del 2016, sostiene que la economía paraguaya no experimentó la reprimarización y desindustrialización en los siguientes términos: “En un momento en que se discute si las economías latinoamericanas han sufrido una reprimarización o un proceso de desindustrialización de las mismas luego del boom reciente, este dilema no es parte de la realidad económica paraguaya y de su desarrollo industrial. No lo es porque el Paraguay no ha sido parte del proceso de sustitución de importaciones que ha dado origen a la industrialización en las economías grandes y medianas de la región. Un proceso que ha implicado un alto grado de proteccionismo y de subsidios internos. Un modelo de industrialización que ha hecho crisis en los años ochenta y que ha sufrido los embates de las políticas de ajuste de los años noventa. El Paraguay ha estado ausente de este desarrollo particular”.
Aunque no está formulado en forma explícita como argumento de la negación de la reprimarización de la economía, se puede considerar como tal, la amplia y detallada exposición del dinamismo y del crecimiento de la industria en los últimos años, en especial de la aparición y el aumento de nuevos rubros industriales.
Consideraciones con respecto a esta tesis
- Si bien el Paraguay no fue parte del proceso de sustitución de importaciones, el país ha tenido un desarrollo industrial aunque pequeño, y el hecho de que dicho desarrollo no se haya debido a la política de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI), el mismo es irrelevante porque el modelo agro exportador que se ha profundizado, no discrimina si nuestro país ha sido o no parte del ISI
- El hecho de que el pequeño desarrollo industrial de nuestro país no se haya debido al proteccionismo y a los subsidios internos, ni se haya beneficiado de ellos, como ha sucedido con los países que aplicaron las ISIS, también es irrelevante, pues la industria igual ha sufrido el estancamiento y retroceso.
- El dinamismo y el crecimiento de ciertos sectores industriales en un promedio del 7 % en los últimos años, y la aparición y aumento de rubros industriales no tradicionales, fueron insuficientes como para tener una incidencia en el PIB y en las exportaciones. Dicho crecimiento no ha alterado la tendencia decreciente de la industria en el PIB y en las exportaciones.
- Los cinco INDICADORES expuestos más arriba, demuestran que sí hubo una desindustrialización y una reprimarización de la economía.
Para el Presidente de la UIP la industria participa con el 19 % del PIB
Gustavo Volpe, Presidente de la Unión Industrial Paraguaya, dijo durante la 37ª edición de la Expo 2018 desarrollada en Julio pasado, que “El Paraguay está experimentando un proceso de industrialización”, y que “la participación de la industria nacional en el PIB pasó del 10% al 19% desde 2011 (Diario Abc, Economía, 23 de ulio 2018). El periodista que lo escuchó se entusiasmó, destacando en el título de la referida nota: “UIP: crecimiento industrial de 100 % se refleja en la Expo”. En otra nota siguiente el periodista mencionado señala que dicha participación de la industria en el PIB es del 21 %. El diario Ultima Hora, en su sección Economía del 18 de mayo del 2018, señala lo mismo, aunque con una tasa menor: el 18 %.
El Presidente de la UIP confundió la tasa anual de crecimiento industrial en el PIB con la tasa del 19 % dada por un Informe del Primer Trimestre del 2018 de Cuentas Nacionales Trimestrales del Banco Central del Paraguay. Si le hiciésemos caso el Pte. de la UIP, el Paraguay estaría siendo un país semi industrializado.
Conclusión
Un gran desarrollo industrial y tecnológico y un alto nivel de vida, son entre otros, los principales indicadores de un país desarrollado. En eso coinciden las diversas teorías del desarrollo y los organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
Todas las teorías del desarrollo y los mismos países industrializados nos demuestran que el desarrollo de un país consiste en pasar de una economía agrícola, productora y exportadora de materia prima, en otra basada en el desarrollo industrial y tecnológico.
Los indicadores señalados más arriba son contundentes, al mostrarnos un estancamiento en algunos casos y una involución en otros, del proceso de desarrollo industrial de nuestro país. La desindustrialización y la reprimarización de la economía están consideradas como contrarias a los objetivos deseables de desarrollo. La reprimarización conduce a un crecimiento mediocre y al estancamiento. La razón es que los sectores primarios tienen pocos vínculos con el resto de la economía y eso impide que transmitan impulsos dinámicos al sistema.
Si queremos revertir el proceso de reprimarización, es necesario cambiar el modelo de política macroeconómica por un lado, y por el otro, contar con una política industrial que se compone de diversos factores que hoy, el gobierno que se va, no ha tenido. El nuevo gobierno debe diseñar e impulsar la política industrial, teniendo en cuenta que el sector manufacturero cumple un rol fundamental en la transformación económica del país, que le permita avanzar de actividades simples, basadas en recursos naturales y de escaso valor agregado, a actividades más productivas, que produzcan más rentas y estén más relacionadas al desarrollo tecnológico y la innovación. El sector manufacturero, a diferencia de la producción y exportación de materia prima, está menos expuesto a variables externas, cambios de precios internacionales, condiciones climáticas adversas y competitividad desleal, y tiene un efecto dinamizador de otros sectores de la economía. El objetivo de desarrollo del país y el mejoramiento del nivel de vida de la población, pasa indefectiblemente por superar la reprimarización de la economía y por retomar el camino que conduce al desarrollo industrial del país.