
19 Jul Pobreza, los datos falsos del gobierno
La enorme disminución de la pobreza y de la pobreza extrema solo existe en los papeles del gobierno, que retoca y manipula los números e informes.
Por Alberto Alderete
El gobierno dio a conocer a través de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) los nuevos datos de la pobreza y de la extrema pobreza del año 2016. Según dicho informe, los pobres extremos han aumentado, con relación al año anterior, de 5.42% a 5,73% de la población, y los pobres no extremos, de 26,58% a 28,86%. Ciertamente, los datos indican un aumento de solo el 0,31 % de los pobres extremos y del 2,28 % de los pobres no extremos.
Pero si se tienen en cuenta no solo los datos correspondientes al año 2016, sino los de los años 2012 y 2013 hasta el 2016, se tiene que el gobierno habría tenido casi la totalidad de los logros en la reducción de la pobreza extrema. Nada menos que del 18% a 5,7%, y de la pobreza no extrema de 32% a 28,86%. Es decir, una reducción del 12,27% de pobres extremos y del 3,14% de pobres no extremos.
De acuerdo a sus informes, el gobierno no solo ya habría llegado a cumplir su propia meta de reducir la pobreza extrema del 18% al 9%, sino que la habría sobrepasado largamente, logrando una histórica gesta gubernamental de reducirla a solo el 5,7%. Con sus datos y el ritmo logrado, le faltaría a Horacio Cartes solo 2 años y medio más de gobierno para hacer desaparecer totalmente la extrema pobreza. Pero no hemos escuchado del gobierno ninguna mención ni celebración de este importante logro.
El informe de la DGEEC dado a conocer en el 2014 ya había sido objeto de dudas, críticas y acusaciones de manipulación. Según el documento, en solo dos años, entre 2011 y 2013, la pobreza extrema se redujo del 18% al 10,1 %, lo que representaba una disminución de 7,9 puntos porcentuales, y que la pobreza total bajó de 32% a 24%, lo que implicaba una reducción de 8 puntos porcentuales. Sin embargo, en los diez años anteriores a dicho informe, la pobreza se redujo solo 3,2 % y en los cinco años anteriores al mismo, se redujo solo el 0,8%.
Contradiciendo los datos del gobierno, el 26 de enero del 2015 la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de la Organización de las Naciones Unidas (NNUU) dio a conocer el Informe “Panorama Social de América Latina 2014”. El organismo señala que entre los años 2011 y 2013 (el mismo período que abarca el informe del gobierno) la pobreza en Paraguay se redujo de 49,6 % a 40,6 %, y la pobreza extrema se redujo a 19,2%.
Según los nuevos datos dados a conocer por la DGEEC, en solo 5 años, del 2011 al 2016, hubo una disminución de la pobreza extrema de 12,27%. Este dato no tiene relación de coherencia con la realidad económica y productiva del país comparado con en ese mismo período de tiempo, pues se considera que el inicio de la disminución de la pobreza no extrema es solo posible con una tasa de crecimiento económico constante del 6% anual, con la salvedad de que dicha tasa de crecimiento no es suficiente para disminuir la extrema pobreza, la indigencia o el hambre, pues este sector está fuera del sistema productivo, absolutamente excluido del sistema económico y social. Por esto, los organismos internacionales recomiendan a los Estados la adopción de inversiones directas en dicho sector.
Pero véase el comportamiento comparativo de la tasa de crecimiento en el mismo período en el cual supuestamente se ha producido esa enorme disminución de la extrema pobreza. En el 2011 la tasa de crecimiento fue de 3,8%, en el 2012 se hundió al -1,2 %, en el 2013 se disparó al 13,6%, en el 2014 otra vez cayó al 4%, en el 2015 cayó aún más al 3% y el año 2016 cerró con una tasa del 4%, resultando un promedio anual del 4,5%.
Si se suman el insuficiente crecimiento de la economía, la ausencia de inversión significativa en las áreas de educación, salud, agricultura, reforma agraria, la ausencia de aumento importante del empleo y los imperceptibles efectos e impactos del programa del gobierno de lucha contra la extrema pobreza, denominado “Sembrando oportunidades”, que se llena de retórica antes que inversiones, se llega a la conclusión de que no ha habido causas económicas ni sociales que podrían motivar la drástica y revolucionaria reducción de la extrema pobreza hasta el borde de su desaparición total.
En consecuencia, la enorme disminución de la pobreza y de la pobreza extrema solo existe en los papeles del gobierno, que retoca y manipula los números e informes. Ello explica en parte el motivo por el cual el gobierno no se atrevió a exhibir el cumplimiento de su propia meta. Y en el Informe anual dado por el presidente Horacio Cartes al Congreso no existe ni mención siguiera. ¿Por qué? Porque sabe que sus datos son falsos y que la ciudadanía no le cree. Mejor sería entonces no recordarlos y hacerlos pasar desapercibidos.
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